lunes, 16 de noviembre de 2009

LA VERDADERA HISTORIA DE LA PESCA EN CABO BLANCO Parte II




Proezas Mitológicas de Cabo Blanco

El ex Cabo Blanco Fishing Club –y por ende la zona–, en un tiempo muy corto acumula en su palmarés pesquero unas extraordinarias marcas, que hasta el día de hoy son consideradas por su calidad como proezas mitológicas. Este legendario Club ostenta en su historial, como ya hemos visto, el primer 1000 libras del mundo, que corresponde a la especie Merlín Negro, el más grande de todos los peces deportivos, después del Tiburón Blanco.

Pocos días duró esta marca, ya que en agosto de 1952 fue elevada a 1060 libras por otro miembro del Club, y en forma sucesiva fue mejorando con registros de 1090 libras en el mismo mes y 1135 libras en el mes de setiembre, (ésta última del notable escritor y excelente pescador S. Kip Farrington Jr.); luego en julio del año siguiente se elevó a 1352 libras, para llegar a agosto de 1953 con la legendaria e histórica marca de 1560 libras conseguida por Alfred C. Glassell Jr., record mundial absoluto para la especie, hasta hoy vigente y que figura en el Libro de Records de Guiness. (Una réplica de este ejemplar se exhibe en el Museo Smithsoniano de Boston).

Cabo Blanco fue el primer lugar de pesca del mundo donde en una sola jornada, un mismo pescador (Alfred Glassell) obtuvo dos merlines negros arriba de las 900 libras. El año 1954, entre la última semana del mes de marzo y la primera semana de abril se capturan en jornadas brillantes 2 merlines negros que dan en la lonja 1540 y 1525 libras, éste último es conseguido por la entonces señorita Kimberly Weiss (hoy señora Hughes) y es el actual récord mundial femenino. Éste fue el famoso merlín del millón de dólares.

Cabo Blanco es también hasta hoy el único lugar del mundo donde se han pescado 3 merlines de más de 1500 libras.

Pero Cabo Blanco no sólo destaca en merlines negros, que fueron 40 los que pasaron las 1000 libras, sino en atunes ojo grande, cuando Seymour Knox III bate el récord del Club con una pieza de 400 libras, y un año después, el Dr. Russell, gran amigo y compañero de pesca del escritor Ernest Hemingway, colocaba la marca en 435 libras, que es hasta el día de hoy marca mundial absoluta para la especie.

Las marcas obtenidas por las damas son también notables, tanto en merlines negros como en atunes ojo grande, las cuales se mantienen aún vigentes en los registros de records de la International Game Fish Association (IGFA). Son estos algunos de los hechos que dieron a Cabo Blanco un halo de generosa zona para la pesca deportiva.

Seguidamente se consignan algunos de los acontecimientos más notables registrados en Cabo Blanco durante la década de los 50, que hasta el día de hoy siguen causando asombro en el mundo de la pesca deportiva, tanto por la calidad de las proezas, como por el hecho de que luego de más de 40 años de abandonada la actividad pesquera deportiva en la zona, –y a la vez incrementada en otros lugares de pesca del mundo–, muchos de estos records permanecen aún vigentes en los registros de la IGFA:

De acuerdo a los registros de la IGFA, entre enero de 1952 y julio de 1959 se pescaron en Cabo Blanco 262 merlines negros por un total de 137 pescadores desde los botes del Club; y se batió 9 veces el record mundial de la especie. Solamente Alfred C. Glassell Jr. pescó 33 merlines negros y, de estos, 4 arriba de las 1000 libras. (Contrariamente a lo que se cree, el famoso escritor Ernest Hemingway sólo pudo pescar 2 de estos ejemplares en Cabo Blanco, ninguno por encima de las 1000 libras).

En ese mismo lapso de tiempo se pescaron también 53 peces espada arriba de las 200 libras: 5 correspondían a Alfred C. Glassell Jr. y 5 a Osborn Owings, un famoso y experimentado capitán americano. Además también en ese período se pescaron en Cabo Blanco 89 atunes ojo grande, todos arriba de las 200 libras.

Asimismo, cientos de merlines rayados pesando más de 300 libras fueron pescados en Cabo Blanco, pero debido a que muchos eran devueltos al mar y a que no eran piezas buscadas por los pescadores, nunca se registraron records de dichas capturas. Sin embargo, desde octubre de 1956 hasta junio de 1957, se pescaron en Cabo Blanco 302 merlines rayados con un promedio de 218 libras, con sólo 3 embarcaciones.
Cientos de peces vela arriba de las 150 libras fueron pescados en Cabo Blanco durante ese mismo período de tiempo, pero tampoco se registraron dichas capturas y los pescadores rara vez se detenían por esas especies.

Tampoco se registraron nunca las capturas del Merlín Azul, aunque sí se registró la captura del más grande de esta especie, con un ejemplar de 685 libras.

Desde agosto de 1953, –fecha en que se pescó el récord mundial de Merlín Negro hasta hoy vigente–, hasta enero de 1959, la IGFA tenía registrados 14 records mundiales vigentes en Cabo Blanco, que incluían las especies Merlín Negro, Pez Gallo y Atún Ojo Grande; (4 de estos correspondían a records femeninos).

En un año y medio, el récord de Merlín Negro fue batido 5 veces en Cabo Blanco antes de que Alfred C. Glassell Jr. impusiera su legendaria marca para la especie el 4 de agosto de 1953, que es hasta hoy el récord mundial absoluto para la especie con 1560 libras.

El récord mundial de Merlín Negro que ostentaba Nueva Zelanda desde 1926 con un registro de 976 libras, fue batido 42 veces en Cabo Blanco, (40 de estas capturas pesaron más de 1000 libras).

En esa época, Alfred C. Glassell Jr. pescó el Pez Espada más grande jamás capturado en Cabo Blanco hasta el día de hoy, con un peso de 687 libras. El mismo Glassell pescó también el Merlín Rayado más grande con un peso de 382 libras.

Varios peces espada y merlines negros de más de 1000 libras, incluyendo un Merlín Negro de 2250 libras, fueron arponeados y llevados a tierra por pescadores artesanales locales de Cabo Blanco durante esa época.

En 1958 se pescó en Cabo Blanco el pez más grande jamás capturado en un campeonato de pesca, un Merlín Negro de 880 libras logrado por Perry Van Vleck. Esta captura fue superada 2 días después por el capitán Osborn Owings, que pescó un Merlín Negro de 1128 libras, siendo el primer 1000 libras del mundo pescado en un campeonato.

En 1959, por primera vez en una competancia de pesca se capturó un Pez Espada en Cabo Blanco. En ese torneo se lograron 7 capturas de esta especie, 2 en el mismo día por 2 miembros del mismo equipo. Los ejemplares capturados pesaron entre 288 y 564 libras.

Uno de los hechos más resaltantes y curiosos en esa misma competencia fue la captura de 2 records mundiales empatados. Elwood Harry (que luego fuera el tercer presidente de la IGFA) y Perry Van Vleck lograron capturas simultáneas de Atún Ojo Grande, con 360 libras para cada ejemplar.

Los 2 peces más grandes jamás capturados en un solo día fueron logrados en Cabo Blanco. Igualmente, otros 7 pescadores lograron pescar 2 merlines negros en un solo día en las fabulosas aguas de Cabo Blanco.

Cabo Blanco es hasta hoy el único lugar del mundo donde se han pescado 3 merlines negros arriba de las 1500 libras.

Es también el único lugar del mundo donde se han pescado 2 peces espada en un solo día por un pescador 2 veces. Cada uno de los 2 pescadores capturaron 1 el mismo día desde la misma embarcación.

En el año 1959, el Perú era el único país en cuya legislación se prohibía la pesca comercial del Merlín y del Pez Vela, en cualquier modalidad.

Todos los pescadores que capturaban Merlín Negro, Merlín Rayado, Pez Espada, Atún, Pez Gallo, Dorado o Robalo en Cabo Blanco, recibían prendedores de plata con la forma de la especie capturada, a manera de un reconocimiento del Club.

Cuando se comparan los resultados de pesca de varios lugares en el mundo, la medida más fiel es en “horas bote”. Si tenemos que 20, 30, 50, 100 ó 400 botes están trabajando una zona determinada de pesca con frecuencia y regularidad, es más que probable que logren pescar algo.

Por ello es que lo más impresionante de estas hazañas deportivas logradas en Cabo Blanco radica en el hecho de que estas han sido logradas con sólo una, dos, tres o, a lo sumo cuatro embarcaciones deportivas pescando cada día, y sin aparejos auxiliares como tangones y sondas para rastrear el inmenso mar; a diferencia de los demás lugares de pesca del mundo, donde cientos de embarcaciones salen diariamente a peinar la zona de pesca, con lo cual lógicamente aumentan sus probabilidades de ubicar a sus presas. Esta es una comparación que los verdaderos pescadores de altura siempre tienen presente.

Estos son los nombres de los personajes que escribieron la historia de pesca en Cabo Blanco, de sus récords aun imbatibles.
Talvez algún aficionado a este deporte, en algún lugar del mundo estará habido de batirlos, para inscribir su nombre en la historia de la humanidad, para arrebatarle a Cabo Blanco sus proezas, pero hasta que ese momento llegue –y espero que nunca se dé esa mala noticia- la historia estará de nuestro lado, llenando de sabiduría a los habitantes de esta caleta de pescadores o inflando el pecho de los que tuvimos la suerte de bañar nuestros recuerdos de niñez en sus aguas.

Alfred Glassell, el hombre que pescó el Merlín Negro más grande del mundo, no solo inscribió su nombre en los récords del libro de Guiness sino que fundó en el año 1979 una escuela de Arte, la Glassell School, en el 2001 fue admitido en el salón de la fama y el 28 de octubre del 2008 falleció a la edad de 95 años.

Por eso Cabo Blanco siempre tiene algo que contarnos, algo que ofrecernos, talvez un grato momento de pesca, de paseo con amigos o la sosegada paz que algunos andan buscando.

lunes, 31 de agosto de 2009

LA VERDADERA HISTORIA DE LA PESCA EN CABO BLANCO 1era parte



La historia de Cabo Blanco está estrechamente ligada al desarrollo de la pesca deportiva en el Pacífico Sur. No ha sido común en ninguna otra zona del planeta, la cantidad de acontecimientos y hechos como los que han ocurrido aquí, en estrecha ligazón con el surgimiento del deporte pesquero a nivel mundial. Por ello, en la década de los cincuenta y comienzos de los sesenta, Cabo Blanco fue reconocida como la mejor zona de pesca deportiva del mundo.
El descubrimiento de Cabo Blanco como centro de pesca deportiva tuvo lugar en el año 1935, cuando Thomas G. Stokes, un ciudadano canadiense que vivía en Lima, habiendo escuchado historias fabulosas de pescadores comerciales acerca de la abundancia y el tamaño de los peces en Cabo Blanco, se las arregló para llegar al sitio en un viejo bote a “echar una mirada”. En ese viaje pescó un Merlín Negro de 601 libras. Al año siguiente regresó y pescó otro de 712 libras.
En aquella época la Grace Line tenía en Talara su base de operaciones, tanto para su línea naviera como para su línea aérea (Panagra), y los pescadores que se aventuraban a viajar al Perú para tentar las fabulosas aguas de Cabo Blanco, eran muy bien recibidos y alojados en Talara por personal de la International Petroleum Company, quienes tenían a su cargo la concesión de sus campos petroleros y cuyas principales cabezas eran mayormente canadienses que se esmeraban por atender a tan peculiares visitantes. Una vez en Cabo Blanco, 26 millas al norte del Aeropuerto de Talara, los pescadores dependían enteramente de la generosa hospitalidad de los residentes petroleros de la inglesa Lobitos Oil Company, quienes los alojaban en sus propias casas.
El Cabo Blanco Fishing Club –y por ende la zona–, en un tiempo muy corto acumula en su palmarés pesquero unas extraordinarias marcas, que hasta el día de hoy son consideradas por su calidad como proezas mitológicas. Este legendario Club ostenta en su historial, como ya hemos visto, el primer 1000 libras del mundo, que corresponde a la especie Merlín Negro, el más grande de todos los peces deportivos, después del Tiburón Blanco.

Pocos días duró esta marca, ya que en agosto de 1952 fue elevada a 1060 libras por otro miembro del Club, y en forma sucesiva fue mejorando con registros de 1090 libras en el mismo mes y 1135 libras en el mes de setiembre, (ésta última del notable escritor y excelente pescador S. Kip Farrington Jr.); luego en julio del año siguiente se elevó a 1352 libras, para llegar a agosto de 1953 con la legendaria e histórica marca de 1560 libras conseguida por Alfred C. Glassell Jr., record mundial absoluto para la especie, hasta hoy vigente y que figura en el Libro de Records de Guiness. (Una réplica de este ejemplar se exhibe en el Museo Smithsoniano de Boston).
Cabo Blanco mantiene vigentes hasta la fecha 7 records mundiales: 2 marcas absolutas, 3 marcas femeninas en categoría de línea y 2 marcas masculinas en categoría de línea:

- Récord Absoluto x Especie Merlín Negro 1560 lbs 04/08/1953

- Récord Absoluto x Especie Atún Ojo Grande 435 lbs 17/04/1957

- Récord Categ. Línea 130 lb Fem. Merlín Negro 1525 lbs 22/04/1954

_ Récord Categ. Línea 80 lb Fem. Atún Ojo Grande 335 lbs 25/03/1953

- Récord Categ. Línea 130 lb Fem. Atún Ojo Grande 336 lbs 16/01/1957

- Récord Categ. Línea 50 lb Masc. Pez Gallo 80 lbs 13/06/1954

- Récord Categ. Línea 130 lb Masc. Pez Gallo 100 lbs 12/06/1954

De acuerdo a los registros de la IGFA, entre enero de 1952 y julio de 1959 se pescaron en Cabo Blanco 262 merlines negros por un total de 137 pescadores desde los botes del Club y se batió 9 veces el récord mundial de la especie. Solamente Alfred C. Glassell Jr. pescó 33 merlines negros y, de estos, 4 arriba de las 1000 libras. (Contrariamente a lo que se cree, el famoso escritor Ernest Hemingway sólo pudo pescar 2 de estos ejemplares en Cabo Blanco, ninguno por encima de las 1000 libras).
En ese mismo tiempo se pescaron también 53 peces espada arriba de las 200 libras: 5 correspondían a Alfred C. Glassell Jr. y 5 a Osborn Owings, un famoso y experimentado capitán americano. Además también en ese período se pescaron en Cabo Blanco 89 atunes ojo grande, todos arriba de las 200 libras.

Cabo Blanco es hasta hoy el único lugar del mundo donde se han pescado 3 merlines negros arriba de las 1500 libras.

por: Edwin Calle Godos.

domingo, 19 de abril de 2009

LOS SENTIDOS PARA LA CONTEMPLACION



ALGO MÁS DE CABO BLANCO

La explotación del petróleo se inició durante la segunda mitad del siglo XIX.
Este rentable recurso mineral llamó la atención de los capitalistas extranjeros y las empresas empezaron a perforar pozos y a extraer petróleo a fines del mismo siglo. Éste fue el caso, por ejemplo, de la International Petroleum Company y la Lobitos Petroleum Company, esta última instalada a 40 kilómetros al norte de Talara y a 275 msnm, creando así las condiciones para la formación, primero como Campamento y luego como distrito, a la localidad de El Alto.

Esto generó que muchas familias de las provincias de Piura, buscaran en la actividad petrolera, una fuente de ingresos y de progreso familiar; es así como ciudadanos peruanos, que antes se desenvolvían en otras actividades, como la agricultura y la pesca, poblaran este distrito trayendo consigo, sus costumbres y tradiciones, que también se vieron influenciadas por las costumbres de los extranjeros que comandaban la empresa petrolera de la época ,generando en el distrito una fusión de culturas que aportaron a su idosincracia y comportamiento como sociadad.

Una vez poblado el distrito de El Alto fue requiriendo la presencia de la actividad artesanal, fundamental para el desarrollo de la sociedad.
Mientras la industria petrolera fue sentando las bases como la principal actividad de esta zona; la pesca, encontraba los espacios idóneos para desarrollar con gran espontaneidad su importante participación dentro del desarrollo sociedad y económico del distrito.

Es así como pescadores de otras caletas y puertos fueron poblando a 7 kilómetros hacia el oeste de El Alto, un lugar que ya poseía ciertas virtudes geográficas, por las corrientes marinas y por la mención histórica de el cosmógrafo de su majestad Diego de Ribero en su "Carta Universal " de 1529 a este lugar como CABO DE NIEVE por la deyecciones de aves marinas que blanqueaban los cerros de este lugar y dicha presencia de estas aves daban a relacionar una gran cantidad de especies marinas – por eso su presencia en esta zona-

Cabo Blanco caleta de pescadores, sufrió los debacles naturales de los continuos fenómenos del niño; parte de su población fue reubicada a el distrito de El Alto y esto generó que se formara un nuevo espacio poblacional que le llamaron, Ciudad del Pescador .Esto perjudico en parte a la caleta, ya que sufrió un despoblamiento y a su vez una carencia de necesidades básicas para la población, que al ser visitada por el turista , no encuentra una insfrestuctura adecuada para su estadía, tomando la decisión de instalarse en otras playas cercanas a la carretera Panamericana .

Esto no opaca su natural belleza ni su majestuosidad, visto desde que se esta bajando por la cuesta, acompañado por los vientos solemnes y constantes. Cada curva de aquella cuesta, nos regala una vista distinta desde lo alto del barranco petrolero, aquel espacio visual es llenado por el océano, que en su litoral , serpentean las carreteras que llevan a los posos de petróleo del lote X, y en el mar, las plataformas consolidando la riqueza de esta parte del norte.

Visitar Cabo Blanco siempre será una de las experiencias mas inolvidables, por quienes conociéndolo o no, esperan recorrer los espacios por donde, hasta un nobel se rindió a las orillas de sus encantos.

Ubicación:
Costa norte del Perú, departamento de Piura. A la altura del Km 1137 de la carretera Panamericana Norte.

Fundacion:
En 1915

Aniversario:
30 de Marzo

Tipo de ola:
Reef-break, izquierda tubular perfecta, de 1 a 3 mts. aprox. Peligrosa por la cercanía del reef (zócalo).
No apta para principiantes.
Características del mar:
Mejores condiciones entre octubre y enero.
Mejor oleaje con crecidas del hemisferio norte. La temperatura promedio: entre 28°C y 24.4°C.

Clima:
Tropical y seco. Buen clima todo el año.
La temperatura promedio: entre 35.2°C y 16°C. Lluvias ligeras de noviembre a marzo.

Acceso:
Vía terrestre:
Por la Panamericana Norte, en el Km 1137 queda el pueblo El Alto, desde ahí parte una pista asfaltada de aprox. 7 Km hasta Cabo Blanco.
Apto para todo tipo de vehículo. También en ómnibus interprovincial.

Vía aérea:
Vuelos a Talara (aeropuerto más cercano).

Servicios:
Pueblo de pescadores, con hospedaje y alimentación.

escrito por :
EDWIN CALLE GODOS

sábado, 21 de febrero de 2009

Articulo a Cabo Blanco



25 Agosto 2008
por Rafael Alonso Mayo López

El mito de Hemingway aún vive en Cabo Blanco


La historia de un pequeño pueblo de pescadores del norte peruano que se hizo famoso por la pesca del merlín negro, por la visita de innumerables personalidades –entre ellas la del célebre escritor Ernest Hemingway– y porque allí se encuentran las mejores olas del Perú para practicar surfing. Cabo Blanco, una caleta que recuerda con nostalgia los años maravillosos de una época dorada.


Por Rafael Alonso Mayo



La mañana de aquel 16 de abril de 1956 pintaba un día veraniego en este lejano pueblo pesquero del norte peruano. El cielo azul se confundía con el siempre movido mar de la zona, como en cualquier día de verano. Nada fuera de lo común.
Lo que alteró la tranquilidad de los pescadores fue la noticia de la visita de un inminente personaje que ¨no era un gringo cualquera¨, como estaban acostumbrados a ver sus pobladores por estas costas.
Desde aquella vez Cabo Blanco perdería su verdadero anonimato y su historia quedaría marcada por siempre. Y aunque el pueblo ya tenía su fama por la visita de varios ilustres viajeros, desde ese día comenzó a escribir otro de sus capítulos. Qué importa que ahora casi todo sea nostalgia.

Ernest Hemingway, el célebre escritor estadounidense, ganador del premio Pulitzer en 1953 por la novela ¨El viejo y el mar¨ y Premio Nobel de literatura en 1954, pisaba tierra peruana y ello significaba un gran acontecimiento. Era la primera vez –y también fue la última– que el Nobel tocaba tierra en un país suramericano. Y fue el Perú el único que tuvo ese privilegio.
Su destino era Cabo Blanco, un pueblo escondido entre los cerros desérticos del departamento de Piura, a 1.137 kilómetros de Lima. Y allí estaba por fin esa mañana. Había escuchado hablar por boca de sus amigos de la existencia de un pequeño pueblo pesquero en el Perú donde se practicaba la pesca deportiva del merlín negro, ese enorme pez que se convirtió en uno de los protagonistas de su laureada novela.

De seguro sabía que tres años atrás un compatriota suyo, Alfred Glassell, había pescado allí el merlín más grande y nunca antes visto en lugar alguno, un animal gigante que pesaba exactamente 780 kilos y medía más de cuatro metros de longitud. Hasta ahora nadie ha podido superar ese récord.
Pero no venía solo, lo hacía con su última esposa Mary Welsh y con un equipo de productores de la Warner Bros. que querían filmar algunas escenas de la película basada en su célebre obra.

Mercedes Tume de Córdova celebraba por esos días su matrimonio, ocurrido cuatro meses atrás con Pablo Córdova, el barman del Fishing Club, un exclusivo hotel propiedad de un grupo de millonarios estadounidenses que era visitado constantemente por gente famosa y donde el escritor permaneció entre 32 y 36 días, o más, según cuentan varios pobladores. Ella es una de las personas que más recuerda la llegada del afamado escritor.

¨Era un señor muy simpático en su modo de ser, sobre todo inteligente, muy sencillo. hablaba en español y todo¨, rememora la mujer que ahora supera los 70 años y administra el único restaurante del pueblo. Justamente allí se aprecian varias fotografías de ¨Don Ernesto¨, como le solían llamar las personas más cercanas a él durante su estadía en este poblado de pescadores.

Una imagen del ¨Papá Hem¨, con sus amigos peruanos, otra donde aparecen los periodistas que llegaron directamente desde Lima a cubrir el gran suceso; una más con su mejor compañero, el merlín negro y otras fotografías en blanco y negro donde sobresalen varios gringos bonachones que posan al lado de enormes peces, son la mejor muestra de que Cabo Blanco alguna vez fue muy famoso.
A diferencia de Mercedes, su esposo Pablo Córdova prefiere no hablar del tema y asegura ya no acordarse de ¨años atrás¨.
Quien sí lo recuerda es Rubino Tume, un hombre de 76 años, piel trigueña y sonrisa amable que se dedica a la pesca industrial pese a sus achaques de salud. En ese entonces Rufino manejaba uno de los yates del Fishing Club que por esos días tuvo entre sus tripulantes a Mary Welsh.

¨Ya nos habían dicho que venían a filmar la película ¨El viejo y el mar¨ y que venía ¨Ernesto¨ Hemingway, que era el que hacía la película. Todos lo recibimos muy bien y cuando salíamos de pesca decíamos: ¡ojalá que encontremos el merlín!¨.

Rufino lo describe como ¨un señor de edad, más o menos, pero muy buena gente, muy humano y muy diferente a otros gringos¨. Y asegura que Hemingway ¨se tomaba sus tragos y permanecía sentado en la barra del bar del hotel¨. A él ¨le gustaban los wiskies, ¡pero no seguido como decían que era un borracho!¨, había aclarado minutos antes Mercedes Tume.

¿Y dónde está el Fishing Club?, suelen preguntarse los pocos turistas que por estos días llegan al poblado. ¨Camine hacia el cerro de la izquierda unos diez minutos y allí lo encuentra¨, dice el guía del único hotel que se mantiene vigente a un lado de la playa de Cabo Blanco. ¨¿Quieren ir?, se van a decepcionar¨, suele comentar a los turistas Feliciano Tejada, el vigilante de una empresa petrolera que opera en la zona y controla el paso de los peatones por esa vía.

Y tiene razón: del famoso Fishing Club que alguna vez fue un lujoso hotel que miraba imponente hacia el mar Pacífico y albergaba a excéntricos millonarios y hombres famosos, hoy –52 años después– sólo queda su estructura, el hall con la plataforma del bar donde se sentaba el escritor y las ruinas de sus portentosas habitaciones, incluida la habitación número cinco, donde, según cuenta Walter, el hombre que cuida de aquella propiedad, se hospedó Hemingway.

Quizá no haya mucha diferencia entre el hotel y el pueblo de pescadores que ahora se ve desde lo alto de uno de los cerros. Según Josefa Arrieta, la única profesora que enseña a los hijos de los pescadores, los fuertes maretazos que empezaron a azotar a Cabo Blanco desde 1983 y las intensas lluvias que corrían desde los cerros vecinos, obligaron a muchas familias a emigrar hacia El Alto, ese pueblo de pescadores que está cinco kilómetros más arriba, a orillas de la Carretera Panamericana.
Eso hizo que Cabo Blanco poco a poco fuera quedando despoblado y se convirtiera sólo en el lugar al que llegan diariamente unos 300 pescadores en busca de anchovetas, atunes, róbalos, lenguados, corvinas, chitas y meros que se comercializan en las ciudades de Chiclayo y Lima.

¨Cabo Blanco está muy abandonado. A veces a mi me preguntan por él y yo por mucho que lo quiera hacer sobresalir me quedo a la vez frustrada¨, añade Josefa, quien sabe con certeza que el gobierno regional y nacional poco se acuerda de él, pese a la fama que aún conserva este lugar.

Viéndolo así, tal vez nadie crea que por aquí alguna vez pasaron famosas estrellas del cine como Marilyn Monroe, John Wayne, James Stewart, Gregory Peck, Cantinflas o el torero español Luis Miguel Dominguín; y más recientemente personajes como Leonardo Dicaprio, Cameron Diaz, Salma Hayek y el mismo Ricky Martin, quienes vienen a conocer el mito de Hemingway.
Además, desde hace algunos años se ha vuelto común que numerosos tablistas peruanos y extranjeros lleguen a inicios de cada año a participar del campeonato nacional de surfing, aprovechando las olas tubulares características del mar norteño. Sin embargo la temporada de buenas olas pasa y Cabo Blanco vuelve a ser el anónimo puerto que alguna vez tuvo una época dorada.

¨Bonito sería que reviviéramos todo esto¨, piensa Josefa, una idea que también apoya Henry Ramírez, un humilde pescador que ve pasar esta mañana de finales de mayo sentado a un lado de un antiguo muelle de cemento. ¨Yo me pregunto ¿dónde está la tradición de Cabo Blanco?, yo no creo que Cabo Blanco sea sólo historia, Cabo Blanco es una tradición que sigue día tras día, y los pescadores somos partícipes de lo que ahora se vive aquí¨, sentencia aquel hombre como si quisiera desmitificar la legendaria historia de ese Nobel de literatura que le dio fama mundial a su pequeño pueblo.
Y así como el afamado escritor desapareció pocos años después, cuando el 2 de julio de 1961 decidió quitarse la vida de un disparo en la cabeza, pero quedó en la memoria de la literatura universal, Cabo Blanco también cayó pero igualmente quedó en la memoria del mundo entero por esos años dorados que alguna vez le caracterizaron.

sábado, 17 de enero de 2009

Considerado como uno de los mejores documentales realizados a cabo blanco.



Este documental es uno de los mas famosos documentales de surf realizados en cabo blanco, rayo en california .

LAS PLAYAS DEL PERU Y CABO BLANCO DE CAJON

Ed Calle en el festival de jazz en Miami


junto a los grandes del jazz poncho domingues,arturo sandoval,eddie canos, en este tema latin jazz "ICAN" .